Friday, 17 de May de 2024


+ SNTE-CNTE, disidencia antisistémica + EEG olvidó que Estado era su patrón




Written by 

1.- La decisión del gobierno federal de liquidar políticamente a Elba Esther Gordillo implicó el paso más importante para la recuperación de la rectoría del Estado en la educación, por el papel de la educación como uno de los ejes ideológicos del modelo laico del PRI.

2.- La disputa por la educación es una extensión del control de la educación como instrumento de un proyecto político. La educación opera sobre las ideas. De ahí que la educación sea uno de los más importantes aparatos de control ideológico de una fuerza hegemónica, en este caso del Estado o de grupos disidentes o antisistémicos.

 

 

3.- El SNTE operó hasta finales de los setenta como una pinza institucional: mantener a los maestros y trabajadores de la educación dentro del PRI y utilizar la educación como un instrumento de ideologización contra el oscurantismo de la educación religiosa derrotada por la Revolución Mexicana y la Constitución.

 

 

4.- El SNTE se fracturó en 1979, justo cuando la fracción tecnócrata del sistema político priísta tomó el control de la política económica y la austeridad comenzó a sacrificar a los trabajadores. Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari arribaron a la Secretaría de Programación y Presupuesto y delinearon el Plan Global de Desarrollo 1980-1982 en el que fijaron el fin histórico del proyecto de la Revolución Mexicana y arrancaron la fase de la modernización. En Chiapas, en noviembre de 1979, nació la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la CNTE, con el objetivo de impulsar un proyecto de gobierno popular que había abandonado el PRI salinista.

 

 

5.- De 1979 a 1989, la lucha por el control de los maestros entró en la lógica del conflicto y la movilización; mientras la CNTE se consolidaba como el centro de reaglutinamiento de sectores populares contrarios al PRI, el SNTE quedó atrapado en el cacicazgo de Carlos Jonguitud Barrios nacido en 1974, con el apoyo del presidente Echeverría y de su secretario del Trabajo, Porfirio Muñoz Ledo. No por menos Muñoz Ledo fue secretario de Educación de López Portillo en 1977 como una forma de proteger esa estructura sindical.

 

 

6.- Jonguitud se convirtió en un político del sistema político priísta: cacique del SNTE, miembro del CEN del PRI, senador, director del ISSSTE y culminó su carrera como gobernador de San Luis Potosí de 1979 a 1985, sin abandonar el control del SNTE vía su grupo Vanguardia Revolucionaria del cual fue presidente vitalicio. Aunque no desafío al Estado, Jonguitud no supo encarar la disidencia magisterial de 1979 sobre todo en Oaxaca y Chiapas y se convirtió en el obstáculo para la política educativa del Estado. Su retiro del SNTE y el ascenso de Gordillo en 1989 fueron incruentos.

 

 

7.- De 1989 en adelante, la negociación educativa tuvo que hacerse en dos pistas: la nacional con Gordillo y la estatal con las secciones sindicales. En 1992 Salinas de Gortari firmó el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, en cuya fundamentación estableció que “los gobiernos de los estados reconocen al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación como el titular de las relaciones laborales colectivas de los trabajadores de base”, pero con la anuencia presidencial se autorizó que los gobernadores tuvieran una negociación laboral paralela con las secciones.

 

 

8.- Las secciones sindicales carecen de personalidad jurídica --señala el despacho laboral Ramírez Llaca y Asociados--, no tienen la “toma de nota” de la Secretaría del Trabajo que les daría facultades para negociar con los instrumentos de presión de la Ley Federal del Trabajo y cometen una ilegalidad cada vez que estallan paros o huelgas o cuando negocian pliegos petitorios legales reconocidos por la ley sólo para los titulares del contrato colectivo. Sin embargo, el gobierno federal toleró a las secciones disidentes y los estatales carecieron de voluntad para frenarlas.

 

 

9.- Las secciones sindicales magisteriales disidentes y su cuerpo orgánico que es la CNTE --sin reconocimiento oficial como confederación-- utilizaron sus liderazgos de maestros para convertirse en organizaciones políticas antisistémicas, construyeron un frente plural de grupos contra el sistema priísta y se fortalecieron financieramente vía las revisiones seccionales con los gobiernos de los estados estallando paros y marchas a cambio de beneficios en efectivo, especie y contratos especiales.

 

 

10.- Gordillo arribó a la dirección política del SNTE en 1989 para resolver los conflictos de la disidencia, pero prefirió consolidar su propio poder cediéndole a las secciones estatales disidentes el control de las cuotas. Por eso se han dado casos absurdos en los que secciones magisteriales disidentes --como la XXII de Oaxaca-- han negociado por su cuenta e instaurado un imperio de impunidad en los estados, pero siguen perteneciendo a la SNTE y reconociendo de facto a Gordillo. Así, Gordillo intercambió cesión de poder político a cambio de que los disidentes no abandonen el SNTE.

 

 

11.- La reconfiguración de la política estatal --con el PRI y luego con el PAN y de nuevo con el PRI-- dejó un escenario educativo fracturado en tres partes: el Estado, el SNTE y la CNTE, cada uno con su proyecto no sólo político sino de nación; el Estado se basó en la Constitución, el SNTE fue echado del PRI en 2006 por las traiciones de Gordillo pero se alió al PAN como sector corporativo panista pero ahora sirviendo de nuevo al gobierno federal priísta y la CNTE quiso iniciar en Oaxaca también en el 2006 la instauración de un estado comunal, insurreccional y popular, sin pasar por el sistema representativo constitucional.

 

 

12.- Lo que el SNTE y la CNTE han querido soslayar es el hecho de que son trabajadores al servicio del Estado, que sus recursos como organizaciones proletarias provienen del presupuesto público y que su patrón es precisamente ese Estado que han querido derruir con sus rebeldías y rebeliones. De ahí que la decisión de Estado de recuperar la rectoría en materia educativa --relaciones laborales y contenidos de la educación-- haya comenzado con el SNTE y de modo natural tendrá que extenderse a las secciones sindicales disidentes que funcionan como partido político de oposición pero al margen de las reglas de la lucha partidaria.

 

 

 

Rate this item
(0 votes)
comments powered by Disqus